jueves, 21 de julio de 2011

Te diría todo, pero nada es mas importante.

Siempre querremos saber todo sobre los demás, las cosas mas intimas y las cosas mas estúpidas, sus horarios de comida, y cuando expulsa todo lo que tiene dentro, incluso cuando le besa, en que piensa y si te quiere de verdad. Lo mas fácil es preguntar, arrastrarte, aterrarte, esperar, pero no hay nada mas estúpido que dejar el tiempo correr por su cauce sin imponerte delante de el y conseguir lo que quieres. La valentía puede mostrarte todo aquello que hace, piensa, siente, pero nunca mientras el/ella no quiera. Pregunta, haz, siente, arrastra tus pies hasta llegar a su corazón, pero nunca mates a tu orgullo. Llega hasta esa persona, hasta el punto en el que todo deje de cobrar sentido hasta que pronuncie un "te diría todo, pero nada es mas importante".

miércoles, 20 de julio de 2011

No esperes de nadie, nada que no salga de ti.

¿Que das tu a los demás? ¿Que aportas tu al mundo? ¿Eres colaborador/ra? ¿Exiges lo mismo que das? ¿Piensas con EGOismo o importa mas la sociedad? ¿Cuando hablas con alguien ejemplificas utilizando algún acto que hayas cometido tu, añadiendo el "yo era, yo fui.."? ¿Eres egoísta? ¿Esperas que la gente te de, mas de lo que tu das? Pues no, nunca esperes nada mas de lo que tu das. Y es algo ciertamente "injusto" por que si esperas mas de lo que das, nunca darás mas de lo que esperas, y tal vez aunque des mas de lo que esperas, esperarás menos de lo que das. Pero nunca esperes nada a cambio de todo, por que todo el mundo lo quiere todo, a cambio de nada. Y tal vez todo empiece en el principio, o tal vez en el final, pero cuando conoces principalmente a una persona, siempre querrás dar mas de lo que tienes, cuando conoces finalmente a una persona, querrás recibir mas de lo que principalmente quisiste dar. Pero no todo es así de sencillo, si tu no das, nadie dará por ti, si tu no das, nadie te dará a ti. Es ciertamente una ruleta, tu das, yo doy, tu dependes de mi, yo de ti, hasta llegar al "no esperes de nadie, nada que no salga de ti".

martes, 19 de julio de 2011

Tendrás todo aquello que tu quieras tener.

Naces sin saber que es la vida, hasta que te topas con un nuevo mundo, con gente que es exactamente igual que tu, pero extraordinariamente diferente. Personas, personas en todos los sitios, haciendo exactamente lo mismo que tu, pero dedicándose a mil cosas diferentes. Culturas, parecidas a las tuyas, pero con nada que os semeje. Idiomas, lenguas que ni siquiera entiendes, ni siquiera eres capaz de pronunciar. Y desde que pones un pie en la tierra hasta que te das cuenta de solamente eso, pasan los años que tu cerebro necesite. Y una vez de que te has dado cuenta de todas esas pequeñas cosas, te acercas al mundo cotidiano, al mundo del "día a día" exactamente eso, la rutina (palabra odiada por la gran parte de la humanidad). Cuando ya has entrado en ella, te toca adentrarte en sus pequeños detalles, en todos esos pequeños detalles que disfrutas al principio y que aborreces al final, hasta que un día decides ver mas allá, adentrarte en el mundo fuera de la rutina, descubrir donde, por que, hasta cuando, con quien, como. Pero nunca, podrás descubrir ciertas cosas. Solo te queda ver, pensar, sentir, llorar, te quedan tantas cosas como quieres que te queden, serás quien quieres que seas, y conseguirás tantas cosas como quieres. Y la inteligencia que te rodea, la inteligencia que adapta tu cuerpo, será tan grande y tan aumentada como tu quieres que sea. Siempre todo será cosa tuya, de nadie mas.

lunes, 18 de julio de 2011

Time.

No creo en el tiempo, ni en los recuerdos del pasado. No creo que el presente llegue a ser la mejor etapa, puesto que en milésimas de segundo se convierte en recuerdos del pasado que no creo. No creo en el futuro, puesto que realmente no se ni siquiera si lo tendré. No quiero creer que dependemos del tiempo por que es mi mayor enemigo. No creo que tenga el valor suficiente de enfrentarme a lo que el futuro inexistente pueda depararme, ni siquiera creo que lo que para mi ahora es imprescindible se mantenga. No confío en nada que no vea, una mirada vale mas que el tacto y las palabras. No confío en las personas que dicen darlo todo a cambio de nada, ni en las personas que han echo algo contra mi. No confío en los tiempos pasados, ni siquiera en los que dicen que están por venir, ni en eso de "vendrán etapas mejores". No confío en mis piernas, por que en cualquier momento pueden fallarme, ni en mis ojos, puede que lleguen a ver lo que no tienen que ver. Ni confío ni creo, ni creo ni confío.
¿Por que? por que no hay nada mas insignificante y doloroso para mi que el traicionero tiempo. Por eso, tengo una capa contra el, la que me hace desconfiar de todo, querer, pero solo a aquellos que me hacen desconfiar a menor medida, la que me protege y me aísla junto a la soledad. Aquella cama que me daña, aquella capa que no me puedo quitar.

Obsesión.

Nací pegada a un cuerpo regordete, mas bien diría gordo, era una pelota gorda con cabeza, los papos cubrían toda mi cara y las arrugas hacían de mi cuerpo algo así como una camiseta con letras ocultas gracias a las arrugas. Me acuerdo que tenía una foto junto a un melón enorme, a mi lado era diminuto. Pero bueno, supongo que la gran mayoría de niños de pequeños eran gordos, gordos sonrientes comiendo llorando cagando y meando todos los días y a todas horas, gordos con arrugas, gordos asquerosamente achuchables, gordos que robaban sonrías ocultas en esas personas tristes, gordos sin preocupaciones. Pero no nacemos pequeños y nos quedamos en esa etapa, creces, comes, bebes, cagas, meas, duermes, igual que lo hacías con esa edad, pero todo aumenta. La estatura crece, las manos, los pies, el pelo, los años, a algunos hasta la barriga. Y al igual que todo el mundo, yo también crecí, sin preocupaciones y sonriente, como todos los niños con sus caramelos. Nunca tuve preocupaciones por todo aquello que la tele remueve, la veía mucho pero nada influenciaba en mi. Supongo que tampoco tuve la infancia que todas las personas tuvieron, esa infancia común, pero eso es algo que solo se yo. Después de todo eso siempre llega la adolescencia, esa eterna adolescencia de la cual para los padres o personas mayores no sales nunca, y ahí es cuando vienen los "problemas" por llamarlo de alguna manera. No toda la vida está llena de felicidad, cuando creces te reconcome todo, y a mi me empezó a reconcomer lo que la sociedad quiso que me reconcomiera, el jodido y asqueroso físico. No era una de esas personas de envidar, era rellenita, tampoco demasiado, pero lo era, y no me gustaba absolutamente nada, me obsesioné y llegaron a pasar 8213123 gilipolleces por mi cabeza, y ahora, pasando casi la mayoría de edad sigo obsesionada con ese jodido tema. Es algo que puede conmigo, el echo de ver a la gente con el cuerpo que yo siempre he querido tener me atormenta, puede conmigo hasta llegar a malvalorarme, despreciarme y odiarme físicamente hasta mas no poder. Y es que si la jodida puta sociedad admitiera mas a las personas rellenas todo iría mejor, pero el jodido echo de ir a una jodida tienda y que no te valga tu jodida talla me atormenta, me obsesiona, me hace que me odie mas. Vivo obsesionada, obsesionada con algo que puede conmigo.